Dieciséis veces solicitó una visa de salida al extranjero y dieciséis veces se la negaron. Es por eso que el disidente chino Liao Yiwu optó este año por la ruta ilegal que lo llevó a Alemania a través de Vietnam. Recientemente estuvo en Nueva York por invitación de escritores y de la organización pro derechos humanos PEN. Ana Fuentes, de Radio Nederland, lo encontró allí.

“Ha comenzado un nuevo período oscuro en China”, dice Liao Yiwu. Las autoridades en Pekín están alarmadas por las revoluciones en el Oriente Medio:

“Inesperadamente el pasado febrero comenzó la Revolución del Jazmín en Medio Oriente y el gobierno Chino se asustó tanto que comenzó a reprimir a los disidentes. Fue el período más nefasto desde 1989. El gobierno ahora actúa como la mafia. En lugar de iniciar procesos legales, secuestra a personas. La gente desaparece y sus familiares no saben dónde están.”

Liao Yiwu, (1958) se encuentra en Nueva York presentando su último libro “Dios es Rojo: La Historia Secreta de cómo el Cristianismo Sobrevivió y Floreció en la China Comunista.” La publicación de las obras de Liao en el extranjero no comunista es una de las pesadillas del régimen de Pekín.

Durante años se le dijo al autor que, si él se encargara de que sus obras se publicaran solamente dentro de las muros fronteras de la República Popular, él podría abandonar el país, pero Liao se negó a aceptar esa condición.

Masacre
Liao Yiwu es además de novelista, poeta, músico y periodista. A comienzos de los años noventa pasó cuatro años en la cárcel, entre otras cosas por su poema Masacre sobre la matanza en la Plaza de la Paz Celestial en Pekín, en 1989. Entonces, se produjeron arrestos masivos de todos aquellos de los que las autoridades tenían la menor sospecha. El llamado por una mayor democracia fue aplastado sin piedad.

La opresión de los disidentes todavía se ha agudizado más por la situación financiera y económica en Europa y EE.UU., sostiene Liao Yiwu. En China desde hace tiempo las cosas marchan bien y el país se ha convertido en un prestamista de dinero para Occidente. Por eso Occidente se cuida mucho de mencionar el tema de las violaciones de los derechos humanos:

“Por lo que respecta a la actitud de los gobiernos occidentales, yo entiendo que van a China, igual que lo hacen los empresarios, para cerrar acuerdos con ellos. Yo pienso que lo hacen sin principios. Los medios y los intelectuales en Occidente debieran saber la verdad y debieran poner presión a los gobiernos para que pusieran fin a este tipo de prácticas. Yo sé que no se pueden eliminar completamente pero el número de acuerdos comerciales debería reducirse. No siempre tenemos que sacrificar nuestros principios.”

Es por eso que, según Liao Yiwu, el papel de los escritores se ha vuelto tan importante. A través de libros la gente puede ganar un conocimiento sobre la realidad y sobre la manera de ejercer presión a su gobierno para que se siga otro camino.

Detención
En la cárcel, Liao Yiwu comenzó a entrevistar a sus compañeros de prisión sobre sus vidas. El procedimiento lo utilizaría con frecuencia, por ejemplo cuando su mujer y su hija lo abandonaron. Liao Yiwu comenzó a vivir en la calle como músico sin techo y allí entrevistó a otros indigentes.

Liao Yiwu está convencido de que habría vuelto a la cárcel si no hubiera huido de China:

“Muy posiblemente. La policía ya me había amenazado diciendo que, si continuaba dejando que mis libros se publicaran en el extranjero occidental, volvería a ser detenido.”

Liao Yiwu vive actualmente en Berlín, pero espera no tener que quedarse para siempre. Asegura que no está exiliado sino que espera el momento adecuado para regresar a China. “Alguna vez llegará ese día, espero”.