Nueva York, 28 abr (EFEUSA) — El escritor Jorge Volpi dijo hoy que la literatura mexicana se distingue por no tener mínimos comunes denominadores más allá de “la voluntad de huir de los exotismos forzosos que se exigen de las letras latinoamericanas”.

En una entrevista con Efe, con motivo de su participación en el festival de literatura de Nueva York Pen World Voices, dedicado este año a México, el autor de obras como “El busca de Klingsor” y “El fin de la locura” señaló que no existen prácticamente puntos en común entre escritores mexicanos, más allá de la lengua española.

“La variedad estilística es muy amplia, como es la condición general también para toda la literatura latinoamericana”, señaló Volpi, que en agosto publicará “Examen de mi padre”, unos ensayos que define “sobre lo íntimo y lo público”.

Según el escritor, las voces de la literatura mexicana son diversas y cosmopolitas y rehúyen de ese realismo mágico que muchos buscan en esa región del Planeta.

Para Volpi, la literatura de su país vive “un gran momento” tras haber vivida la “edad de oro” en el país por la generación nacida entre finales de los años 20 y principios de los treinta, “la del medio siglo”.

Tras esa generación, que incluye a Carlos Fuentes y otros premios Cervantes, llegó la generación a la que pertenece, los nacidos en los años sesenta, como Ignacio Padilla y Eloy Urroz, y de cuyo manifiesto se cumplen veinte años.

“La generación del crack, como se nos llamó, fue muy importante porque nos hizo ver en la literatura un trabajo solitario que podía ser placer compartido y además nos situó en el contexto latinoamericano”, señaló.

A propósito de la gran presencia de las drogas en la sociedad y, por ende, en la literatura mexicana, Volpi señaló que “es natural que los escritores de cada tiempo y lugar reflejen los problemas sociales que vive su en su entorno”.

El autor señaló que aunque ya Óscar Liera (“El camino rojo a Sabaiba”) habló de los cultivos de droga en México, fue a partir de 2006 de la “guerra contra el narcotráfico” del entonces presidente, Felipe Calderón, cuando se produjo “una descomposición general del país con una enorme violencia derivada de la lucha entre las bandas y las autoridades”.

“Las cifras de víctimas son escalofriantes. Es natural que se refleje” en las letras mexicanas, señaló.

Volpi quiso separar las letras mexicanas escritas desde el país de los nuevos autores que escriben desde EE.UU.

“No hay emparentamiento”, señaló. “No hay ningún contacto entre los latinos de EE.UU. y la literatura desde México. Se ignoran mutuamente”, apuntó.

“Ciertamente, hay literatura importante escrita por descendientes mexicanos escrita en inglés, español o “Spanglish”, pero es una realidad muy lejana”, apuntó.

El escritor, que pasó varios años en EE.UU., señaló que la lengua de Cervantes es sobre todo “una lengua de familia, de casa” para los estadounidenses de origen mexicano.

“Aunque se diga que es la segunda lengua de EE.UU., su uso se reduce a lo coloquial”, lamentó Volpi, que se mostró sin embargo optimista sobre el futuro.

“En algunas comunidades de origen latinoamericano se va revirtiendo el asunto del orgullo del español al mismo tiempo que en EE.UU. se vive un momento de gran discriminación para los latinos”, señaló a propósito de los ataques del precandidato republicano Donald Trump.

“Millones de personas votan a Trump y sin embargo ha venido a decir que los mexicanos indocumentados son criminales y violadores. Es algo que no se podría decir contra otros orígenes o etnias, por ejemplo contra los afroamericanos”, aseveró.

Otros autores y pensadores que participan en el Pen World Voices, fundado por Salman Rushdie, son Carmen Boullosa, Guillermo Gómez-Peña, Lydia Cacho, Yuri Herrera, Sabina Berman y Elena Poniatowska.